15 de agosto de 2014

Las finanzas y los créditos personales

Una de las tareas que a veces le cuesta más a personas que llegan a vivir a los Estados Unidos, es la de construir un crédito sólido, debido a que hay que tener conocimientos básicos de cómo funciona el sistema para beneficiarse de él, ya que ello allanará todos los caminos que queramos emprender económicamente.

En Estados Unidos poseer buen crédito brinda una serie de ventajas que van desde la posibilidad de acceder a una hipoteca para compra de una casa, nos ayudará a efectuar inversiones y hará que nuestra capacidad financiera aumente, además de otros beneficios que no están solo relacionados con el crédito, sino con otra fase de nuestras vidas como lo es el mundo del trabajo.

Muchas personas cuando llegan, sobre todo de Latinoamérica, no tienen muy claro de cómo funciona el sistema, ya que tiene aspectos que nos benefician o no, según como actuemos.

Si las personas se acercan a un banco (preferentemente local), allí podrán abrir una cuenta, que es la manera de dar un primer paso. Luego posiblemente se necesite contar con alguna tarjeta para desenvolverse más cómodamente. Es posible que el banco pueda otorgarle una tarjeta de débito asociada a su cuenta para su comodidad de no transportar dinero en efectivo. Esto no constituye un crédito, pero es una manera de poder “nacer” al mundo del crédito.

Hay bancos que acostumbran a trabajar con este tipo de personas inmigrantes, por lo que una referencia de un cliente de buenos antecedentes que lo pueda presentar, podrá dar un impulso a que se efectúe una especie de  historial de crédito no tradicional, que solo tendrá utilidad para la institución que lo realice. Allí volcará la información de cómo paga sus servicios de luz y  gas, por ejemplo. También volcará los antecedentes de como paga su renta y hasta puede averiguar sobre tarjetas de crédito que posea de los países de origen, que le darán una orientación sobre su comportamiento financiero.

Hay bancos que podrán emitirle una tarjeta de crédito avalada, es decir con la constitución de un aval que la respalde y cuyo límite será el del importe del aval.

Con el tiempo, ante un comportamiento normal, el banco podrá anular el aval y otorgar un límite de crédito con un monto pre-acordado que estará disponible para ser utilizado.